El otro día me puse a reflexionar sobre mi tendencia a decir “coso” o “cosa” a todas las palabras que no me salen decir, ej.: traeme “el coso”.
Me dí cuenta que no es tan simple como parece, por ejemplo el hecho de que un objeto sea coso o cosito depende de la función que cumple en el objeto(contenedor y continente), si estoy hablando de una computadora sería “el coso”, pero si quiero hablar de la diskettera, digo “el cosito” del “coso”, pero a la vez si quiero hablar de un diskette en la diskettera, el “cosito”, pasaría a ser el “coso”…
Si uno se refiere a una persona será el “coso este” o “coso esta”, según sea hombre o mujer.
Nada es tan fácil como parece, hay por aquí un post con un cuento que escribí hace mucho acerca de la aplicación de “coso”
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