Mientras las lágrimas caen, siente un piquete en su hombro y nota que de una de las ramas cuelga un pañuelo. La mujer no entiende, mira para todos lados y no encuentra nadie, luego mira detenidamente el árbol y entiende qué sucedió, aquel árbol era un sauce llorón y no es descabellado pensar que ellos guarden pañuelos entre sus ramas.