martes, 28 de junio de 2016

UN DÍA

Hoy ya la mañana habia arrancado complicada en el trabajo. Cuando salgo, cansado tuve que esperar durante horas que el auxilio llegue para poder llevar mi auto al taller para que al llegar alli me digan que como no llegaba, cedieron mi turno a otro auto. Luego de hablar con el mecanico, logro dejar el auto frente al taller y que él  lo arregle mañana, pero cuando cierro la puerta se rompe la manija del levantavidrios, así que tuve que arreglarlo en el lugar con una pinza que le pedi al mecánico como ultimo recurso. Luego la vuelta, veinte cuadras en la lluvia, luego de darme cuenta que me había olvidado el paraguas en el auto con una bolsa cargada para llegar  a mi casa y darme cuenta que una cuenta de luz vencía mañana y quedaban 20 minutos para que dejen de cobrar en la coope, me apuré a salir y consegui pagarla. Cuando vuelvo, ya cansado y derrotado, a media cuadra de casa huelo un olor citrico, camino unos pasos y freno en seco, ese olor venia de algun árbol de los que desde ya hace 2 años me cruzo todos los días. Me quedo un rato analizando los árboles que cruce y encuentro un limonero, salto y me llevo de recompensa un limón y en ese momento,  mientras volvía a casa feliz, oliendo mi limón me di cuenta que cuando es un mal día hasta la victoria más chica es una victoria al fín...

SUCESIÓN - EL CORTO DE MAR DEL PLATA